Existen tres niveles de quemaduras:
Quemaduras de segundo grado; Quemadura de primer grado; Quemadura de tercer grado.
Antes de administrar los primeros auxilios, evalúe la extensión de las quemaduras de la persona y trate de determinar la profundidad de la parte más seria de la quemadura; luego, trate toda la quemadura como corresponde. En caso de duda, trátela como si fuera una quemadura grave.
Al administrar los primeros auxilios antes de recibir ayuda médica profesional, se puede ayudar a disminuir la gravedad de la quemadura. La atención médica oportuna para quemaduras graves puede ayudar a evitar la cicatrización, discapacidad y deformaciones. Las quemaduras en la cara, las manos, los pies y los genitales pueden ser particularmente graves.
Los niños menores de 4 años y los adultos de más de 60 años tienen una mayor probabilidad de complicaciones y muerte a causa de quemaduras graves.
En caso de un incendio, usted y otras personas que estén allí están en riesgo de intoxicación por monóxido de carbono. Cualquier persona con dolor de cabeza, entumecimiento, debilidad o dolor torácico debe ser examinada.
Las quemaduras pueden ser causadas por calor seco (como el fuego), por calor húmedo (como vapor o líquidos calientes), por radiación, fricción, objetos calientes, el sol, electricidad o sustancias químicas.
Las quemaduras térmicas son las más comunes y ocurren cuando metales calientes, líquidos hirvientes, vapor o llamas entran en contacto con la piel. Suelen ser producto de incendios, accidentes automovilísticos, juegos con fósforos, gasolina mal almacenada, calentadores y mal funcionamiento de equipos eléctricos. Entre otras causas, se puede mencionar el mal manejo de petardos y los accidentes en la cocina, como puede suceder cuando un niño se sube a una estufa o toma una plancha caliente.
Las quemaduras de las vías respiratorias pueden ser causadas por inhalación de humo, vapor, aire sobrecalentado o vapores tóxicos, a menudo en espacios poco ventilados.
En algunas ocasiones, se hace seguimiento a las quemaduras en los niños en búsqueda de maltrato por parte de los padres.
Los síntomas de una quemadura en las vías respiratorias son:
PARA QUEMADURAS MENORES:
1. Si no hay rupturas en la piel, deje correr agua fría sobre el área de la quemadura o sumerja el área en agua fría, pero no helada, durante por lo menos cinco minutos. Una toalla limpia, húmeda y fría también ayuda a reducir el dolor.
2. Calme y bríndele confianza a la persona.
3. Luego de lavar o remojar en agua por varios minutos, cubra la quemadura con un vendaje estéril o con un trozo de tela limpio.
4. Proteja la quemadura de presiones o fricciones.
5. Los medicamentos para el dolor que no necesitan receta médica, como el ibuprofeno o el paracetamol, se pueden utilizar para aliviar el dolor, a la vez que pueden ayudar a reducir la hinchazón. NO le dé ácido acetilsalicílico (aspirin) a niños menores de 12 años. Una vez que se enfríe la piel, una loción humectante también puede servir.
6. Las quemaduras menores suelen sanar sin tratamiento adicional. Sin embargo, en el caso de quemaduras de segundo grado que cubran un área de más de dos o tres pulgadas en diámetro (5 a 8 cm), o si el área quemada es en la manos, pies, cara, ingles, glúteos o una articulación importante, trátela como si fuera una quemadura grave.
7. Verifique que la persona esté al día con la vacuna antitetánica.
PARA QUEMADURAS GRAVES:
1. Si alguien se prende fuego, dígale que se detenga, se tire al suelo y ruede. Envuelva a la persona con un material grueso para apagar las llamas (un abrigo, una alfombra o una manta de algodón o lana) y rocíela con agua.
2. Llame al número local de emergencias (911 en los Estados Unidos).
3. Cerciórese de que la persona ya no esté en contacto con materiales ardientes. No obstante, NO le quite las ropas quemadas que estén pegadas a la piel.
4. Verifique que la persona esté respirando. Si la respiración se ha detenido o si las vías respiratorias están bloqueadas, ábralas. De ser necesario, comience a administrar respiración artificial y RCP.
5. Cubra el área de la quemadura con un vendaje estéril, húmedo y frío (si lo hay) o una pieza de tela limpia. Una sábana puede servir si el área de la quemadura es muy extensa. NO aplique ungüentos y evite reventar cualquier ampolla causada por la quemadura.
6. Si los dedos de las manos o de los pies sufrieron quemaduras, sepárelos con compresas secas, estériles y no adhesivas.
7. Eleve el área quemada por encima del nivel del corazón y protéjala de presiones y fricciones.
8. Tome las medidas necesarias para prevenir el shock. Acueste a la persona, elevándole los pies unas 12 pulgadas (30 cm) y cúbrala con una manta o abrigo. Sin embargo, NO coloque a la persona en esta posición de shock si se sospecha que hay lesiones en la cabeza, cuello, espalda o piernas o si esto hace sentir a la persona incómoda.
9. Continúe observando los signos vitales de la persona hasta que llegue asistencia médica. Esto significa el pulso, la frecuencia respiratoria y la presión arterial.
Llame al número local de emergencias (911 en los Estados Unidos) si:
Consulte con el médico si el dolor aún está presente después de 48 horas.
Llame inmediatamente si se presentan signos de infección, como aumento del dolor, enrojecimiento, inflamación, drenaje o pus de la quemadura, inflamación de los ganglios linfáticos, líneas rojas que se diseminan desde la quemadura o fiebre.
Asimismo, llame de inmediato si se presentan signos de deshidratación como sed, piel seca, mareo, confusión o disminución de la micción. Los niños, las personas de edad avanzada y cualquier persona con un sistema inmunitario debilitado (por ejemplo, por VIH) deben ser examinados de inmediato.
Para ayudar a prevenir las quemaduras:
Singer AJ, Taira BR, Lee CC, Soroff HS. Thermal burns. In: Marx JA, ed. Rosen’s Emergency Medicine: Concepts and Clinical Practice. 7th ed. Philadelphia, Pa: Mosby Elsevier; 2009:chap 60.
Gallagher JJ, Wolf SE, Herndon DN. Burns. In: Townsend CM Jr, Beauchamp RD, Evers BM, Mattox KL, eds. Sabiston Textbook of Surgery. 18th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2007:chap 22.
Bethel CA, Mazzeo AS. Burn care procedures. In: Roberts JR, Hedges JR, eds. Clinical Procedures in Emergency Medicine. 5th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2009:chap 38.
Holmes JH, Heimbach DM. Burns. In: Brunicardi FC, Andersen DK, Billiar TR, et al, eds. Schwartz’s Principles of Surgery. 9th ed. New York, NY: McGraw-Hill; 2010:chap 7.